Descripción
El cáncer de pulmón es el más frecuente en el hombre. En el momento del diagnóstico, el 50% de los cánceres son metastásicos y el 20% están localizados.
Variedades de cáncer
Existen distintos tipos de cáncer de pulmón según las diferentes características del tumor al ser observado al microscopio. Estas diferencias son importantes debido a:
- Distinto comportamiento del cáncer pulmonar según su variedad.
- Distinto pronóstico (riesgo para la vida del paciente) que conllevan.
- Distintas posibilidades de tratamiento que conllevan.
En concreto, la Organización Mundial de la Salud, propuso una clasificación del cáncer de pulmón en 1977 con cuatro tipos de tumores pulmonares, de mayor a menor frecuencia:
- Carcinoma epidermoide: Es el más frecuente de todos. Suele ser aparecer en la zona central del tórax. ; Se disemina a distancia (con metástasis fuera del tórax) en el 50% de los casos.
- Adenocarcinoma: Es el más frecuente en las mujeres y ha aumentado su frecuencia en los últimos 15 años. No está relacionado con el consumo de tabaco. Suele localizarse en la periferia del pulmón, frecuentemente afectando también a la pleura. Presenta metástasis a distancia ; en el 80%.
- Carcinoma microcítico o de células pequeñas: Aparece como un nódulo de localización central en el tórax. Existen metástasis extratorácicas en el 95% de ellos. Es el de peor pronóstico, no susceptible de tratamiento quirúrgico.
- Carcinoma de células grandes: Es el menos frecuente, de situación periférica en el pulmón y con metástasis extratorácicas en el 80% de los casos.
Síntomas
El cáncer de pulmón produce distintos síntomas según la zona de pulmón en que se localiza:
- Tumores centrales: suelen producir tos, hemoptisis (expulsión de sangre sola o junto al esputo por las vías respiratorias) y síntomas por la obstrucción de los bronquios donde aparecen: ruidos respiratorios en la auscultación (sibilancias y estridores), ; disnea y neumonía (fiebre y expectoración con la tos).
- Tumores de crecimiento periférico en el tórax suelen ser dolor de pecho (por afectación pleural o de la pared costal), tos y dificultad respiratoria. A veces se producen abscesos pulmonares por complicación de un tumor.
- Tumor que se extiende por el interior del tórax, por crecimiento de su masa o a través de los ganglios linfáticos: ; suelen aparecer otros síntomas como dificultad para tragar los alimentos (por compresión del esófago), ronquera (por parálisis del nervio laríngeo recurrente), aumento de la dificultad respiratoria (por invasión de la tráquea, por parálisis del diafragma al afectarse el nervio que lo mueve o por acumulación de líquido en la pleura - derrame pleural -) y otros problemas graves si se extiende a los grandes vasos cardíacos o al propio corazón.
Además, a través de la sangre, el cáncer de pulmón puede enviar metástasis fuera del tórax, afectando a casi cualquier órgano. Según el lugar de la metástasis, el paciente sufrirá unos u otros síntomas: alteración nerviosa (parálisis, pérdida de conciencia, etc.) en las metástasis cerebrales, dolor de huesos y fracturas casi sin traumatismo por las metástasis óseas, alteraciones de la sangre si se invade la médula ósea (anemia, etc), síntomas de fallo hepático, etc.
Por último, los tumores pulmonares o cáncer de pulmón, sobre todo el microcítico, pueden producir ciertas sustancias activas que se vierten a la sangre y producen manifestaciones extrañas y diversas en el organismo, conocidas como síndromes paraneoplásicos. Los más comunes son el deterioro de estado general del paciente (debilidad, falta de apetito, pérdida de peso, fiebre), la anemia, ciertas alteraciones del esqueleto (como la deformidad de los dedos en forma de palillo de tambor), ciertas enfermedades de la piel, anomalías hormonales (aumentan el tamaño de la mamas en varones), del riñón, etc.
¿Qué le preguntará su médico?
El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer, representando el 20% de todos los cánceres del ser humano. Afecta sobre todo a los varones, siendo más frecuente entre los 40 y los 70 años. ; Su frecuencia está en aumento, aunque los esfuerzos antitabaco comienzan a paralizar esta tendencia al alza en los varones, en tanto que en las mujeres continúa aumentando, en relación con el aumento del número de mujeres fumadoras.
La mayor parte de los tipos de cáncer de pulmón se deben a ciertas sustancias promotoras del cáncer (carcinógenos) ingeridas al fumar cigarrillos.
El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón guarda relación con:
- El tipo de tabaco; (es mayor con cigarrillos que con puros o pipa).
- Con el número diario de cigarrillos fumados y años de consumo.
- Con la profundidad de la inhalación.
- Con el uso de cigarrillos sin filtro y ricos en nicotina y alquitrán.
Por ejemplo, el riesgo de un fumador de dos cajetillas al día durante 20 años aumenta entre 60 y 70 veces respecto al riesgo de un no fumador. Por el contrario, la posibilidad de desarrollar cáncer de pulmón disminuye al dejar de fumar, de forma que después de 10-15 años el riesgo es casi tan bajo como el de los que nunca han fumado. Hoy día está claro el riesgo de enfermar de cáncer de pulmón derivado del tabaquismo pasivo que sufren quienes conviven familiar o laboralmente con fumadores habituales.
Diagnóstico
En el 70% de los casos el cáncer de pulmón se detecta con una simple radiografía de tórax. En ocasiones, el diagnóstico se hace de forma casual al realizarse una radiografía por otro motivo (un traumatismo, un catarro prolongado, etc.), sin que el paciente haya presentado aún ningún síntoma canceroso. Es un prueba muy útil puesto que, en los sujetos con cáncer, la radiografía de tórax es normal en sólo el 2% de los casos.
Cuando los síntomas o la imagen radiológica sugieren la posibilidad de enfermedad maligna es imprescindible confirmar el diagnóstico obteniendo una muestra del tejido sospechoso. Para ello se recoge un fragmento pulmonar (biopsia bronquial) mediante una broncoscopia (un tubo especial introducido a través de la vía respiratoria), o por punción del tórax con aguja a través de la piel, o mediante cirugía (extirpación de un ganglio o de una metástasis).
En general cuando se confirma la enfermedad de cáncer de pulmón, el médico practica otras pruebas necesarias para determinar el grado de extensión de la enfermedad, de lo que depende sus posibilidades de curación, como el scanner (TAC) y la gammagrafía ósea.
Desgraciadamente no existen, como en otros tumores, marcadores bioquímicos útiles para el cáncer de pulmón (sustancias detectables en un simple análisis de sangre u orina que permitan un diagnóstico precoz de la enfermedad, antes aún de ser visible en las radiografías).
Prevención
Por todas las enfermedades asociadas al hábito de fumar (cáncer de pulmón, bronquitis crónica, infarto de miocardio, etc.), en la actualidad, el tabaco es la primera causa evitable de muerte prematura e incapacidad en los países desarrollados.
Como medida preventiva, deben continuar los esfuerzos para que todos los individuos; dejen de fumar, ya que los efectos nocivos del tabaquismo afectan, en mayor o menor medida, a todo fumador (no existen personas invulnerables al tabaco). Sin embargo, esto es difícil ya que fumar representa una poderosa adicción a la nicotina. Por ello, es más importante aún hacer esfuerzos familiares, escolares y sociales para evitar el empezar a fumar.
Además de tabaquismo, los familiares de primer grado de un paciente con cáncer de pulmón tienen un riesgo dos o tres veces mayor. Existe, por tanto, una susceptibilidad individual a la enfermedad con cierta base hereditaria.
Otras causas que producen cáncer de pulmón son ciertos agentes químicos presentes en determinados medios laborales como son el asbesto, clorovinilo, arsénico, uranio, hidrocarburos policíclicos, níquel, cromatos. Se requiere una exposición intensa y continuada durante años. En estos casos, el cáncer puede aparecer tras interrumpir la exposición, después de un período de latencia de más de 10 años.
Recuerda si quieres tener una alimentación sana, que disminuya el riesgo de cáncer:
- Disminuye el consumo de grasas.
- Aumenta el consumo de frutas (sobre todo cítricos), hortalizas y fibras.
- Disminuye el consumo de ahumados y conservas.
Tratamiento
Las decisiones terapéuticas importantes se toman en base al tipo de tumor. Así, los tumores microcítico se tratan con quimioterapia, sin cirugía, ya que siempre está extendido por muy precoz que se diagnostique. Este tratamiento prolonga significativamente la supervivencia del paciente. En los tumores no microcíticos el tratamiento se decide según lo avanzada que esté la enfermedad, de lo que depende el intervenir al paciente o realizarle radioterapia o quimioterapia. En muchas ocasiones el tratamiento es combinado.
En el caso de los pacientes terminales existe un importante papel a desempeñar por la familia del paciente, que debe estar convenientemente asesorada y apoyada por el médico de cabecera y la enfermera domiciliaria en aspectos tan diversos como el conocimiento que el enfermo debe tener de la naturaleza y pronóstico de la enfermedad que padece (distinto según el paciente), el apoyo psicológico, el cuidado casero de los síntomas menores de la enfermedad y de los efectos secundarios del tratamiento (vómitos, pérdida del cabello, etc.), la reintegración del paciente en su entorno social. Etc.
De forma importantísima hay que recordar que, con la medicación y técnicas hoy disponibles, se puede y se debe controlar completamente los dolores que el paciente pueda presentar en la mayoría de los casos.
¿Cuándo debe de acudir al médico?
Ante la persistencia de tos inexplicada durante más de 3 semanas en un individuo varón, mayor de 40 años y fumador, se debe acudir al médico para que valore la conveniencia de realizar ; una radiografía de tórax para descartar un proceso maligno.
Pronóstico
En general, sólo el 20% de los pacientes tienen su enfermedad localizada en el momento del diagnóstico, y, aún en ellos, la supervivencia 5 años después sólo es del 30% en los varones y 50% en las mujeres. Tiene peor pronóstico los pacientes que ya tienen mal estado general y pérdida de peso en el momento del diagnóstico. Tan pobres resultados del tratamiento exigen recordar que la mejor prevención de esta enfermedad es no iniciarse en el hábito de fumar.
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Fecha de revisión 16/11/2022