Son sistemas de control del entorno todos aquellos mecanismos y tecnologías integradas mediante las cuales el usuario puede ordenar funciones para controlar diversos aparatos, electrodomésticos, etc. de su entorno.
¿De qué se componen estos sistemas?
- Por un lado, de los medios de control. Se encargan de dar las órdenes para que se produzca una acción.
- Por otra parte, están los elementos controlables. Son los mecanismos que finalmente realizan la función ordenada.
Ambos elementos deben ser los idóneos para que la persona que va a utilizar pueda usarlos sin esfuerzo y fácilmente.
Ejemplo. Si queremos encender la luz, primero estará un medio de control (pongamos un mando) que pulsamos, y por otro, los elementos controlables (el cable eléctrico que con su conexión hace que la luz se encienda).
Integración del control en un único sistema de gestión
Se entiende la domótica como la integración del control de todas las instalaciones en un único sistema de gestión, convirtiéndose en sinónimo de eficiencia y ahorro, a la vez que nos permite controlar y conocer, de forma sencilla, cualquier evento en el hogar, la oficina, el comercio o la industria. Encender, apagar, abrir, cerrar, subir, bajar, programar, regular mecanismos o aparatos que formen parte o estén conectados a la instalación eléctrica del edificio, como: Iluminación, climatización, control de accesos, persianas, toldos, puertas ventanas, riegos, suministros de gas, agua o electricidad.
Para esto se tiene muy en cuenta el concepto diseño para todos, que es un movimiento que pretende crear la sensibilidad necesaria para que al diseñar un producto o servicio se tengan en cuenta las necesidades de todos los posibles usuarios, incluyendo las personas con diferentes capacidades o discapacidades, es decir, favorecer un diseño accesible para la diversidad humana. La inclusión social y la igualdad son términos o conceptos más generalistas y filosóficos. La domótica aplicada a favorecer la accesibilidad es un reto ético y creativo pero sobre todo es la aplicación de la tecnología en el campo más necesario, para suplir limitaciones funcionales de las personas, incluyendo las personas discapacitadas o mayores. El objetivo no es que las personas con discapacidad puedan acceder a estas tecnologías, porque las tecnologías en si no son un objetivo, sino un medio. El objetivo de estas tecnologías es favorecer la autonomía personal. Los destinatarios de estas tecnologías son todas las personas, independientemente de su condición de enfermedad, discapacidad o envejecimiento.