No existe una clasificación cerrada o que pueda delimitar los tipos de dolores de cadera, ya que en muchas ocasiones suelen tener múltiples orígenes que pueden, a su vez, vincularse entre sí. Os proponemos en esta sección de la guía algunos ejemplos de los tipos de dolores más frecuentes, los cuales a su vez pueden variar de acuerdo a la intensidad o frecuencia con la cual se presenten en el paciente o la persona afectada.
La bursitis o bursitis trocantérea es una lesión relativamente común entre la población, siendo más frecuente en personas con obesidad. Es una patología más común entre mujeres de 40 a 60 años.
Bursitis ¿Qué es y como prevenirla?
La bursa es una pequeña bolsa llena de líquido situada en la parte lateral de la cadera.
La principal función de la bursa es proteger la cadera de los impactos y proporcionar el correcto movimiento.
Generalmente se diferencian dos tipos de bursitis: séptica y aséptica. Se considera séptica cuando hay una infección de la bolsa sinovial, mientras que en la bursitis aséptica hay una inflamación de la bursa como consecuencia de un golpe o una caída.
Tipos de dolores de cadera:
Dolor o dolores laterales: Es un dolor en la parte lateral de la cadera que puede empeorar al cruzar las piernas o al estar sentado o con las actividades diarias.
- Dolor durante las actividades: Dolor o dolores laterales en la cadera por el simple hecho de caminar, subir o bajar escaleras. El dolor se puede referir, es decir extenderse, hacia la ingle, la pelvis y/o el sacro.
- Dolor al descansar de lado: Molestias o dolores al acostarse sobre alguno de los costados, que pueden llegar a dificultar el sueño o incluso interrumpirlo.
- Pérdida de fuerza: Algunas personas pueden experimentar sensación de debilidad, ya que el dolor puede provocar una pérdida en la tonificación inhibiendo la musculatura.
- Dolor o dolores que se irradian hacia la/s rodilla: Casi en el 50% de los casos de dolor de cadera se produce una irradiación hacia una o ambas rodillas
¿Qué provoca la bursitis?
Las principales razones u orígenes de la bursitis se encuentran vinculadas a:
- Sobrecargas: Una de las razones es el uso excesivo, es decir, haber realizado actividades deportivas donde hayas podido sobrecargar la cadera como por ejemplo al correr, montar a caballo o en bicicleta. Otra de las posibles causas es haber permanecido mucho tiempo de pie.
- Cirugías y caídas (traumatismos)
- Cirugías previas pueden alterar la fisiología, como así también los traumatismos, impactos o golpes recibidos sobre la cadera. Otro posible origen de la bursitis se debe a cirugías o intervenciones previas que pudieran alterar o modificar los movimientos de esta zona.
Existe una mayor probabilidad de bursitis si la persona se acuesta siempre sobre el mismo lado de la cadera.
Diferencia entre las piernas
Las asimetrías estructurales en las piernas o las descompensaciones de cadera favorecen la aparición de la bursitis. Estas diferencias pueden generarse desde el nacimiento o favorecerse a través de acciones o conductas repetitivas (en el trabajo o en nuestras actividades deportivas o cotidianas).
Artritis
La artritis o los problemas reumatológicos aumentan la probabilidad de inflamar la bolsa sinovial
Es esencial fortalecer y trabajar toda la región de la cadera, incluyendo ejercicios de fuerza y de movilidad articular, así como estiramientos de la musculatura glútea, piramidal y músculos pélvicos.
Existen estudios muy sencillos para crear plantillas que corrijan el tipo de pisada. Está comprobado que el uso de calzado inadecuado es una de las principales causas de los dolores en pies, rodillas cadera o espalda.