La filariasis es un desafío real que afecta a millones de personas en todo el mundo. Transmitida a través de la picadura de mosquitos, esta enfermedad parasitaria crónica puede tener efectos graves en la salud de los afectados. Descubre más acerca de ella en este artículo.
¿Qué es la filariasis?
Las Filariasis son un tipo de enfermedades tropicales, parasitarias, infecciosas causadas por la filaria, un gusano nematodes (en forma de hilo), y transmitidas al ser humano a través de la picadura de insectos. Las personas con la enfermedad tienen una mayor propensión a generar infecciones bacterianas en la piel y sistema linfático. Las tres filariasis principales son:
- Filariasis linfática o elefantiasis, es la más común.
- Loasis.
- Oncocercosis.
Son endémicas en muchos países tropicales y subtropicales de Asia, África, América Central y del Sur, en las islas del Pacífico y extremadamente raras en los países occidentales.
Más de un billón de personas, en 72 países, están expuestos a la enfermedad de la Filariasis y unos 120 millones de afectados la padecen hoy. Afecta principalmente a la población adulta, entre 25 a 40 años, y son especialmente propensos aquellos que padecen malformaciones linfáticas.
Cerca de 40 millones de personas han quedado con discapacidad y desfigurados por la Filariasis. La que también se conoce como elefantiasis, está reconocida como la segunda principal causa de discapacidad permanente y de larga duración. Puede deformar y mutilar los miembros y genitales, por lo que aparte de la incapacidad física, también supone un grave problema psico-social.
Causas
La larva del parásito que provoca la Filariasis es transmitida a los seres humanos por la picadura de un mosquito infectado. Las larvas invaden el sistema linfático donde maduran y se reproducen. Las microfilarias circulan en linfáticos y sangre, de donde son tomadas por especies de mosquitos hematófagos. Las hembras adultas de la filaria, pueden vivir de 5 a 10 años en los huéspedes, tiempo en el que se reproducen.
Los mosquitos que las transmiten son el Culex, Aedes y Anopheles. La Filariasis Brugia es trasmitida por la picadura del mosquito mansonia y Anopheles del sur de la India, Sri Lanka, sudeste Asiático, sur de China y Corea del Sur. B. Timori se encuentra en las islas del sureste de Indonesia.
No se conocen huéspedes animales de depósito conocidos para W. bancrofti o B. timori, pero los gatos, monos y otros animales pueden alojar la especie de ciénega de B. Malayi. Existen otras especies de gusanos filiales infectantes del hombre, que por lo general no dan datos importantes de enfermedad.
La Filariasis linfática, que es la más común, es causada por dos especies diferentes de filarias, Wuchereria bancrofti y Brugia malayi; la oncocercosis, por Onchocerca volvulus; y la loasis, por Loa-loa.
Síntomas
Los mecanismos de producción de enfermedad de la Filariasis aún no están del todo claros, ya que muchas de las infecciones permanecen asintomáticas a pesar de presentar una alta concentración de microfilarias en sangre, pero cuando aparece el cuadro, de inicio es inflamatorio y en sus etapas posteriores obstructivo.
Los síntomas de la Filariasis linfática o elefantiasis en su fase inicial son:
- Fiebre
- Linfangitis (inflamación de los vasos linfáticos)
Una vez que se han desarrollado estos síntomas, la parte infectada se mantiene edematosa, en sucesivos ataques, la hinchazón va aumentando de tamaño y se mantiene por la hipertrofia (desarrollo exagerado de un órgano) del tejido conectivo (tejido de sostén y unión de otros tejidos y partes del cuerpo). A consecuencia del gran edema, la piel es muy vulnerable a los traumatismos y las infecciones.
El estadio crónico de Filariasis linfática se desarrolla unos 10 a 15 años después de la infección, pudiendo progresar a fibrosis de los vasos linfáticos, con obstrucción del flujo de la linfa. Aparece linfadenopatía secundaria a la obstrucción linfática crónica, que mantenida por mucho tiempo puede causar elefantiasis en el 10% de los pacientes.
Cuando se desarrolla una Filariasis o elefantiasis, esta afecta sobre todo a las extremidades inferiores; mientras que orejas, áreas periorbitarias, mucosa oral y muñones de amputación raramente están afectados; aunque dependiendo de la especie de filaria, se afectan preferentemente unas zonas u otras.
Tipos de elefantiasis
Las formas más frecuentes de Filariasis o elefantiasis son:
- Elefantiasis de las piernas. El edema comienza en el dorso del pie, extendiéndose a la rodilla y es raro que alcance la cadera. Presenta una piel muy engrosada, con abundante fibrosis y superficie verrugosa que recuerda la piel de un elefante. Es frecuente la ulceración del tejido dañado con supuración y gangrena.
- Elefantiasis del escroto y pene. Es una de las manifestaciones más frecuentes, con un agrandamiento considerable del escroto e hipertrofia del pene. Debido a su posición pendiente y a la laxitud del tejido subcutáneo.
- Elefantiasis de brazos, mamas o vulva. Zonas más raramente afectadas con cambios en la piel similares a los de las piernas.
Loasis por Loa Loa
La loasis es otro tipo de Filariasis, que provoca una infección parasitaria originada por el nematodo Loa loa, más conocido como "gusano africano del ojo". Clínicamente, tras un periodo de incubación asintomático, de unos tres meses de duración, es cuando suelen aparecer signos y síntomas. Las manifestaciones clásicas se producen como consecuencia de la migración subcutánea de los vermes adultos y de los fenómenos inmuno alérgicos que provocan, y son los siguientes:
- Prurito: se localiza preferentemente en las extremidades superiores, tórax, espalda y cara, y es un elemento de orientación diagnóstica en aquellas zonas exentas de oncocercosis.
- Edema de Calabar: es el signo más común de la loasis. Clínicamente, se caracteriza por la aparición, preferentemente en extremidades superiores o en la cara, de dolor, prurito o urticaria locales, y el desarrollo, unas horas más tarde, en la misma zona anatómica, de un angiodema migratorio y transitorio, no eritematoso, de unos 10 cm de diámetro que persiste de 2 a 4 días, aunque este período puede prolongarse. Las recurrencias son frecuentes en la misma zona corporal, pero pueden producirse en cualquier otra.
- Reptación subcutánea de los adultos: se caracteriza por la aparición de hormigueo desagradable o prurito localizados y de un cordón subcutáneo, serpenteante, palpable, móvil, que se desplaza a razón de un centímetro por minuto.
- Migración subconjuntival de los adultos: se produce como consecuencia de la reptación subcutánea de los adultos, es relativamente frecuente y, a priori, diagnóstica. Se caracteriza por sensación de cuerpo extraño, inyección conjuntival, fotofobia, lagrimeo y edema parpebral.
La oncocercosis produce síntomas cutáneos a través de la formación de nódulos que pueden llegar a ser de gran tamaño y disminuyen la elasticidad de la piel, pero lo más importante es que su afectación ocular es la segunda causa de ceguera en el mundo.
Diagnóstico
El diagnóstico de sospecha de la Filariasis se centra en la observación clínica de alguno de los síntomas asociados a la enfermedad y anteriormente descritos. Sin embargo, el diagnóstico definitivo se establece mediante pruebas de laboratorio, en concreto la observación de microfilarias en sangre para la Filariasis linfática y la loasis, y su aparición en tomas de piel afectada en el caso de la oncocercosis.
En una analítica básica, se aprecia hipereosinofilia periférica y aumento de IgE: son signos característicos, aunque no patognomónicos. La proporción de eosinófilos en sangre periférica puede ser del 70%.
Tratamiento de la filariasis
El tratamiento farmacológico de la Filariasis se hace con un antihelmíntico como Albendazol®, que para conseguir la curación debe ser administrado simultáneamente con Ivermectina® o con dietilcarbamazina para eliminar las microfilarias o larvas, en las patologías en que éstas se presentan. El medicamento y la dosis precisa deben ser determinados por prescripción médica para cada caso específico.
Pero todos ellos presentan serios inconvenientes, ya que el tratamiento farmacológico debe mantenerse durante mucho tiempo debido a la larga duración de los gusanos adultos, la alta frecuencia de re-infestaciones y la falta de vacunas. Si se quiere interrumpir la transmisión, se hace necesaria la aparición de fármacos eficaces que eliminen la producción de formas embrionarias de forma total y definitiva.
El tratamiento de la Filariasis se acompaña con reposo en cama, elevación de partes afectadas, medias elásticas, limpieza del área afectada y tratamiento quirúrgico, que consiste en retirar el tejido afectado y reparación plástica. Cuando afecta al escroto se utilizan bandas de suspensión. La extirpación quirúrgica de los nódulos oncocercomas (nodulectomía) es una medida usada para el tratamiento y control específica de la oncocercosis.
Prevención de esta enfermedad
Evitar la picadura del insecto vector que provoca la Filariasis, empleando repelentes e insecticidas, cubriéndose el cuerpo con ropa, protegiendo las casas con mallas metálicas, mosquiteras en las habitaciones a la hora de dormir, insecticidas, y destruyendo, si es posible, las zonas de reproducción del insecto. El peligro de que los viajeros sean infectados por cualquiera de las filarias es real, pero de importancia relativa, pues suelen ser parasitosis ligeras.
- Fuente: Drs. A. Avellaneda, M. Izquierdo; Enero-2004.
- Fuente: Dra. Esther Escudero Lirola Servicio Microbiología Hospital Ramón y Cajal. Madrid.
Recursos
- The global alliance to eliminate Lymphatic Filariasis
- OMS, página sobre la Filariasis
- PAHO (Organización Panamericana de la Salud) información sobre las Filariasis
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Autor(es): Luis Maita, Obra: Filariasis, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/infecciones/infecciones-endemicas/filariasis
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