El 1 de diciembre, como cada año, se celebra el Día Mundial del Sida. En esta fecha se quiere concienciar e informar a la población sobre esta enfermedad y conocer la realidad que viven las personas con VIH-SIDA. Por este motivo, y a través de este artículo, queremos dar a conocer más esta enfermedad. Respondiendo a las preguntas más frecuentes sobre la misma.
¿Qué es el sida?
El sida o síndrome de inmunodeficiencia adquirida, es la etapa final de la evolución del VIH, un virus que afecta gravemente al sistema inmunitario de nuestro organismo. No es propiamente una enfermedad, nadie se muere de sida, las personas afectadas se mueren de otras enfermedades que por lo general no tienen grandes consecuencias en una persona sana. Sin embargo, el enfermo de sida tiene su sistema inmunitario muy débil, por lo que cualquier infección, virus o cuerpo extraño puede acarrear graves consecuencias.
¿Cómo se transmite el sida?
Esta es una cuestión importante, es imprescindible que se tenga claro que para que haya un contagio se tienen que cumplir tres condiciones.
- El VIH- SIDA solo lo puede transmitir una persona que sea portadora del virus. Parece obvio, pero existen muchos mitos acerca de este tema.
- Se necesita una cantidad mínima de fluido para que tenga lugar el contagio. Es decir, no solo es importante que el virus esté presente, sino la concentración que haya en el fluido corporal (sangre, semen, flujo vaginal…) con el que se tiene contacto.
- El virus tiene que entrar en el torrente sanguíneo, un contacto superficial con el virus a través de la piel no producirá contagio. Este solo ocurrirá en el caso de que entre en la sangre a través de un corte, una herida, etc.
Una vez hemos aclarado esto cabe preguntarnos: ¿A través de qué vías se contagia el virus? Cabe destacar que se distinguen tres vías de contagio: - Por vía sanguínea (transfusiones, inyecciones parenterales, por compartir agujas, etc.)
- Por vía sexual.
- Por vía perinatal (dentro del útero, en el momento del parto, durante la lactancia materna). Si bien es verdad, que gracias a los avances de la medicina, hoy por hoy, se puede evitar que un bebé cuya madre es seropositiva desarrolle la enfermedad a través de los tratamientos adecuados.
¿A través de qué fluidos nos podemos contagiar?
El virus puede ser transmitido de una persona portadora a una sana a través de los siguientes fluidos: - Sangre (incluyendo la sangre menstrual)
- Semen o líquido pre seminal (presente antes de una eyaculación)
- Secreciones vaginales
- La leche materna
Se debe recordar lo mencionado anteriormente sobre la importancia de la concentración del virus en cada fluido.
¿Qué síntomas presenta la enfermedad?
El sida no presenta una sintomatología clara, y puede confundirse fácilmente con otras enfermedades. Por lo que se recomienda acudir al especialista a la más mínima duda de que se padezca la enfermedad.
¿Cómo se diagnóstica?
Para poder realizar un diagnóstico adecuado, el especialista le realizará la prueba del VIH. Para ampliar de la información sobre esta prueba y las opciones existentes en la actualidad, puede consultar este artículo publicado en Discapnet el Día mundial de la Prueba del VIH. Abre ventana nueva
¿Qué tratamientos existen para esta enfermedad?
No existe tratamiento contra el SIDA. Los fármacos antivíricos más eficaces son los que inhiben a la enzima transcriptasa inversa y usados en combinación:
Zidovudina (AZT), consigue un aumento de la supervivencia y disminuir la frecuencia y gravedad de las infecciones oportunistas, así como aumentar el número de CD4 y CD8.
Didanosina (ddI), tiene igual efectividad y menos efectos secundarios que el anterior.
Dideoxicitidina (ddC), no es más eficaz que el AZT, pero constituye juntos una alternativa a éste.
El uso de estos fármacos de manera combinada ya casi desde el principio de la enfermedad ha permitido mejorar la calidad de vida de estos pacientes y alargar la supervivencia.
El tratamiento también incluye el tratar específicamente las infecciones oportunistas y prevenir aquellas que se presumen más graves, como por ejemplo la tuberculosis, la neumonía por Pneumocistis Carinii, la toxoplasmosis, etc.