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El cáncer de mama es el cáncer femenino más frecuente, con especial incidencia en la franja de edad entre los 50 y los 65 años. En 2021, casi 300.000 personas fueron diagnosticadas de cáncer en España, y de ellos, más de 34.000 fueron cánceres de mama. Actualmente, este tipo de cáncer es el más frecuente en todo el mundo, superando al de colon y el de pulmón en las cifras globales. Afortunadamente, gracias a las estrategias de detección precoz, y a la investigación y avances alcanzados en los últimos años, ha mejorado notoriamente la supervivencia tras al diagnóstico de este tipo de cáncer.
En el marco del Día del Cáncer de Mama, Mar Santamaria, farmacéutica responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma, la parafarmacia online de referencia en el ámbito de la salud, belleza y cuidado personal, comparte los mejores consejos, hábitos y rutinas, tanto para la prevención de esta enfermedad, como para el cuidado de la salud en aquellas mujeres que ya la padecen.
Los fibroadenomas: ¿Qué son y como diferenciarlos del cáncer de mama?
Los fibroadenomas son unas pequeñas masas de tejido en las glándulas mamarias, lo que se traduce en tumores benignos, no cancerosos, pero que muchas veces pueden llamar al alarmismo por su fácil confusión.
Hay mujeres que tienen una mayor propensión a tener una estructura más fibrosa del tejido mamario, y esto puede considerarse normal. Aunque, el/la ginecólogo/a lo deberá tener en cuenta en la historia clínica y hacerle el seguimiento previsto.
Ya sea mediante palpación, y con las pruebas de imagen no invasivas habituales, los especialistas podrán observar con precisión el estado del tejido mamario, así como detectar a tiempo si se produce alguna lesión sospechosa de ser premaligna o maligna.
Detección precoz del cáncer de mama
Según afirma Mar Santamaria: “Prevención y detección precoz son, sin duda, dos palabras clave en relación con el cáncer de mama. Poder detectar una lesión cancerosa en un estudio inicial permite realizar una actuación terapéutica más rápida y, en muchos casos, menos agresiva”.
Cuando la detección es precoz, las posibilidades de que el cáncer se haya extendido creando metástasis es menor, y, por tanto, el pronóstico de la enfermedad será más favorable con una mayor tasa de curación. Hay dos factores que pueden resultar clave para lograrlo:
Por un lado, la autoexploración habitual de los pechos es una herramienta de la que disponen todas las mujeres y que merece la pena incorporar como hábito. Puedes llevarla a cabo una vez al mes, al salir de la ducha, por ejemplo. Aquí te contamos qué pasos seguir para hacerlo de la manera más adecuada.
Otro de los factores a tener en cuenta es llevar al día las revisiones ginecológicas y participar en los programas de detección precoz siempre que te lo indiquen. “Aquellas mujeres que tengan antecedentes familiares de cáncer de mama, deben ser especialmente puntuales con sus revisiones” remarca Santamaria.
La mejor prevención: un estilo de vida saludable
“Sabías que el riesgo de enfermar que está “determinado por nuestro ADN” solo condiciona de un 5% a 10%? ¿Y que el medio ambiente y la epigenética (es decir, los factores externos que activan y desactivan nuestros genes) tienen una gran influencia en el origen y la progresión del cáncer?” Tanto los factores genéticos, como algunos factores ambientales, no los podemos cambiar. Pero, sí que podemos incidir en otros muchos que están relacionados con el estilo de vida. Mantener un estilo de vida saludable, puede ayudarnos a prevenir tanto el cáncer de mama como otros tipos de cáncer.
A nivel dietético, una dieta rica en alimentos vegetales variados y en cantidad suficiente, nos aporta distintas sustancias antioxidantes, como los polifenoles y los terpenos. Esto juega a favor de nuestra salud, y para incorporar un buen surtido de estas sustancias sin estar pendiente de leer qué lleva cada alimento vegetal, Mar Santamaria comparte un truco infalible: “Si en tu plato reúnes varios colores de fuentes vegetales, lo estarás consiguiendo: amarillo, naranja, rojo, morado, verde… Cuanta mayor variedad y colorido, mejor”, a esto, la experta, añade tres consejos más: “reduce el consumo de carne roja, minimiza el de alcohol todo lo posible y evita el tabaco”.
En cuanto al ejercicio físico, este también cobra gran importancia. “Ejercítate y practica actividad física. Entre su gran cantidad de virtudes, promueve un mejor funcionamiento del sistema inmune y endocrino, y, por ende, también nos protege del cáncer” afirma la especialista.
Otro consejo que puede ser de gran utilidad, es la minimización de la exposición a los disruptores endocrinos. Estos son sustancias químicas que pueden “imitar” la acción de nuestras hormonas, y, por tanto, contribuir a alterar algunas funciones de nuestro organismo. Aunque es muy difícil conocer el grado de exposición, los pesticidas, los ftalatos y los bisfenoles son algunos de los más conocidos y que hay que evitar en la medida de lo posible. “Limita la ingesta de pesticidas de los alimentos vegetales; para ello, lávalos bien y a conciencia para retirarlos de la piel, y prioriza las hortalizas y frutas de proximidad y ecológicos. Guarda la comida en envases o tuppers de vidrio o porcelana; no calientes la comida en recipientes de plástico, ni reutilices botellas de plástico para llevar agua: es mejor que utilices botellas de vidrio o acero inoxidable” añade Santamaria.
Consejos para aquellas personas que padecen cáncer de mama
Las recomendaciones anteriores son totalmente aplicables en el caso de estar pasando por el proceso de la enfermedad y siguiendo un tratamiento oncológico.
Cuidar la alimentación e intentar mantener un estilo de vida activo, en la medida que aconseje el equipo oncológico para cada paciente, serían los primeros aspectos a tener en cuenta. “Para una mejor recuperación, si te han realizado una cirugía y ya ha transcurrido un tiempo de convalecencia, las prácticas suaves como el tai-chi, el yoga o los estiramientos, pueden ayudar aportando resultados beneficiosos” explica la experta farmacéutica. “Hay estudios que señalan los beneficios de la marcha nórdica para recuperar la movilidad en los brazos”.
Tanto la cirugía, como la quimioterapia, la radioterapia, y las terapias farmacológicas hormonal y biológicas, tienen efectos secundarios que influirán, en mayor o menor medida dependiendo del impacto. Por ello, Mar Santamaria comparte varios consejos para ayudar a sobrellevar los efectos de estos tratamientos:
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Limpia la piel con productos adecuados: la sequedad, el picor, la sensibilidad o las rojeces en zonas localizadas suelen ser los signos cutáneos más visibles en relación a los efectos secundarios durante los tratamientos. Es muy recomendable el uso de líneas cosméticas estudiadas en pacientes oncológicas, que incorporen, por ejemplo, agua termal para calmar la piel. En los productos de higiene hay que evitar los tensioativos irritantes. En todos los cosméticos en general, también será crucial evitar aquellos que contengan derivados de alcohol, perfumes o derivados de formaldehído (en el caso de esmaltes de uñas).
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Hidrata, mima la piel por fuera: aplica hidratantes faciales y corporales que ayuden a la recuperación de la barrera cutánea, no dañen el microbioma, y que calmen y promuevan la retención de agua en la capa córnea. “Una piel bien cuidada e hidratada puede ayudar a llevar mejor un tratamiento de radioterapia, reduciendo la aparición de la radiodermitis, un efecto indeseado muy molesto” resalta Santamaria. “Pero, atención, durante las horas previas a una sesión de radioterapia, la piel tiene que estar bien limpia, sin una gota de crema, perfume, desodorante o cualquier otro tipo de cosmético que pueda interferir”. Entre sesiones, entonces sí, hidrata y cuida la piel al máximo.
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La fotoprotección es indispensable: en el contexto de cualquier tratamiento oncológico, la fotoprotección se convierte en un factor clave dentro de la rutina. La piel se encuentra fragilizada, más sensible frente a la radiación solar y pueden agravarse las reacciones de fotosensibilización. Para ello, escoge fórmulas que sean hidratantes, sin perfume, con FPS alto y filtros solares con óptima tolerancia. A todo esto, añádele ropa y complementos que te ayuden a protegerte.
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La sequedad vaginal y de mucosas como consecuencia al tratamiento: “Las terapias hormonales provocan síntomas parecidos a los de la menopausia, y hay que atender y minimizar estas molestias” afirma la especialista. Tomar un complemento alimenticio con aceites vegetales ricos en ácidos grasos omega 7 ayudará a combatir la sequedad desde el interior. Para la sequedad vaginal, que es frecuente y molesta en el contexto de los tratamientos oncológicos, es básico utilizar un limpiador específico para la zona genital y el uso habitual de hidratantes vulvares y vaginales que mejoran mucho el confort. Si tienes dudas, consulta en este sentido.
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El apoyo psicológico y emocional: un factor indispensable. Muchas asociaciones ofrecen escucha y apoyo en el día a día, no dudes en buscar este soporte, que puede ser diferencial y muy beneficioso durante esta complicada etapa.
En el marco del Día Mundial del Cáncer de Mama, que se conmemora el día 19 de octubre, PromoFarma se une a la iniciativa de la Asociación Española contra el Cáncer, que ofrece una ayuda integral y gratuita a las mujeres afectadas, para minimizar las consecuencias físicas y emocionales derivadas por este cáncer. Aquellos que quieran colaborar con esta iniciativa, pueden destinar 1 euro solidario a esta causa al confirmar su pedido de compra en la parafarmacia online de PromoFarma.
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