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Homeostasis: definición y como afecta en el cuerpo humano

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  4. https://www.discapnet.es/salud/glosario-medico/homeostasis Homeostasis: definición y como afecta en el cuerpo humano
Luis Maita
 | Publicación: 11 Septiembre 2025 | Última actualización: 12 Septiembre 2025

La homeostasis es la capacidad del cuerpo para mantener su equilibrio interno a pesar de los cambios externos. Dicho de forma sencilla, es el proceso que asegura que tu temperatura, nivel de azúcar, agua y otras condiciones vitales permanezcan dentro de límites seguros para que las células funcionen bien. Este concepto es esencial para entender cómo el organismo se adapta y sobrevive en diferentes situaciones.

La imagen muestra un cuerpo humano con órganos internos y un páncreas ampliado que libera hormonas al torrente sanguíneo para regular la glucosa y mantener la homeostasis.

Definición de homeostasis y origen del término

La palabra proviene del griego homoios (similar) y stasis (estado o estabilidad). Fue propuesta por el fisiólogo estadounidense Walter B. Cannon a principios del siglo XX, basándose en la idea de Claude Bernard, un científico francés del siglo XIX. Bernard hablaba del “medio interno”, es decir, el ambiente dentro del cuerpo donde viven las células. Cannon formalizó el concepto y lo llamó homeostasis: el mantenimiento constante de ese medio interno.

Cómo funciona la homeostasis

La homeostasis opera mediante circuitos de control que incluyen sensores, un centro integrador y efectores. Estos tres componentes trabajan en conjunto para detectar desviaciones y restaurar la condición deseada.

  • Sensores o receptores: Detectan los cambios. Por ejemplo, los termorreceptores en la piel perciben variaciones de temperatura.
  • Centro de control o integrador: Compara la información con un valor de referencia (llamado punto de ajuste o set point) y decide qué hacer. En el cuerpo, el hipotálamo (parte del cerebro) suele cumplir este papel.
  • Efectores: Ejecutan la respuesta que corrige la desviación. Son órganos o tejidos que actúan para restaurar el equilibrio. Por ejemplo, las glándulas sudoríparas producen sudor para enfriar el cuerpo.

Ejemplo sencillo: Si la temperatura del cuerpo sube demasiado, los sensores envían una señal al hipotálamo, que activa a las glándulas sudoríparas (efectores). Al sudar, el cuerpo se enfría y la temperatura vuelve al nivel adecuado.

Retroalimentación

Existen dos tipos principales de retroalimentación:

  • Retroalimentación negativa: Corrige un cambio al producir el efecto contrario. Este es el mecanismo más común. Por ejemplo, si la glucosa en sangre (azúcar) aumenta después de comer, el páncreas libera insulina para bajarla.
  • Retroalimentación positiva: Refuerza un cambio hasta que se completa un proceso que debe terminar. Se usa en eventos que deben progresar hasta un final definido, como el parto. Durante el parto, la hormona oxitocina intensifica las contracciones uterinas hasta el nacimiento del bebé. Aunque suene “positivo”, este tipo de control se usa solo en situaciones puntuales.

Tipos y ámbitos de homeostasis

Homeostasis térmica (temperatura corporal)

El cuerpo mantiene su temperatura central dentro de un rango óptimo. Si hace calor, sudamos y los vasos sanguíneos de la piel se dilatan para liberar calor. Si hace frío, tiritamos (los músculos se contraen para generar calor) y los vasos sanguíneos se contraen para conservarlo.

Si estos mecanismos fallan, pueden aparecer la hipertermia (temperatura demasiado alta) o la hipotermia (temperatura demasiado baja), condiciones que dañan células y órganos.

Homeostasis del agua y los electrolitos

El cuerpo necesita mantener una cantidad adecuada de agua y sales minerales como sodio y potasio. Los riñones filtran la sangre y ajustan cuánta agua y sales excretar. La hormona vasopresina (ADH) reduce la pérdida de agua cuando el cuerpo necesita conservarla. La aldosterona ayuda a regular el sodio y el potasio.

Alteraciones producen deshidratación, hiponatremia o hiperpotasemia que afectan al sistema nervioso y cardiovascular.

Homeostasis ácido-base (pH sanguíneo)

El pH es una medida de acidez o alcalinidad. El cuerpo mantiene el pH de la sangre entre 7,35 y 7,45. Para lograrlo, utiliza sistemas amortiguadores (sustancias que neutralizan cambios de acidez), los pulmones (que eliminan dióxido de carbono para controlar la acidez) y los riñones (que excretan ácidos o conservan bicarbonato).

Si falla el control, aparecen acidosis o alcalosis que alteran la función celular y requieren intervención clínica.

Homeostasis metabólica: control de la glucosa

El páncreas produce insulina para reducir la glucosa en sangre después de comer. Si los niveles bajan demasiado, libera glucagón para aumentarlos. Este equilibrio asegura que las células tengan energía disponible sin causar daño por exceso o déficit de azúcar.

En diabetes, la regulación falla, lo que puede producir hiperglucemia crónica y complicaciones vasculares.

Por qué la homeostasis es vital: consecuencias del desequilibrio

La homeostasis garantiza que las reacciones bioquímicas celulares ocurran en condiciones óptimas. La pérdida de equilibrio provoca disfunción celular, inflamación y enfermedad sistémica.

  • Descompensaciones agudas: deshidratación severa, cetoacidosis diabética, fallo renal agudo. Estas situaciones requieren tratamiento inmediato.
  • Descompensaciones crónicas: resistencia a la insulina, hipertensión sostenida y alteraciones del balance ácido-base que contribuyen al deterioro orgánico a largo plazo.

Los pacientes con procesos crónicos pueden necesitar estrategias específicas para apoyar la homeostasis, tales como ajustes en medicación, dieta y controles periódicos.

Factores que modifican la capacidad homeostática

La capacidad del organismo para recuperar el equilibrio varía según la edad, la nutrición, las enfermedades crónicas y la exposición a estresores. El envejecimiento reduce la eficiencia de muchos sistemas reguladores, lo que aumenta la fragilidad ante cambios ambientales.

Cómo apoyar la homeostasis en la vida cotidiana

  • Beber suficiente agua para mantener el equilibrio de líquidos.
  • Mantener una alimentación equilibrada para suministrar nutrientes y energía.
  • Realizar ejercicio moderado y regular para mejorar la circulación, fortalecer el sistema circulatorio y optimizar el metabolismo.
  • Dormir bien para permitir que los sistemas de regulación se recuperen.
  • Manejar el estrés mediante técnicas de relajación o actividades placenteras.
  • Realizar chequeos médicos para detectar problemas antes de que se agraven.

Consejo práctico: ante ejercicio intenso o calor extremo incrementar la hidratación y reponer electrolitos; ante enfermedad infecciosa vigilar la temperatura y consultar si hay desorientación o signos de deshidratación.

¿Cómo citar este artículo? +

  • Autor(es): Luis Maita, Obra: Homeostasis: definición y como afecta en el cuerpo humano, Publicación: 11 Septiembre 2025 , Última actualización: 12 Septiembre 2025 , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/glosario-medico/homeostasis

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