La hipoacusia afecta a millones de personas en todo el mundo y puede pasar desapercibida durante años. Escuchar mal no siempre implica sordera total, pero sí puede limitar la comunicación, el aprendizaje y la calidad de vida si no se detecta a tiempo.
Este artículo explica qué es la hipoacusia, cómo identificarla, qué la causa y cómo tratarla. También ofrece orientación práctica sobre prevención, diagnóstico y adaptación en la vida diaria.
¿Qué es la hipoacusia?
La hipoacusia es la pérdida parcial o total de la capacidad auditiva. Puede afectar a uno o ambos oídos y tener distintos niveles de gravedad. Algunas personas oyen los sonidos muy bajos, otras los oyen distorsionados y otras no los perciben en absoluto.
No debe confundirse con la sordera profunda, aunque en los casos más severos pueden parecer similares. La hipoacusia puede aparecer desde el nacimiento o desarrollarse a cualquier edad, ya sea de forma repentina o progresiva.
Tipos de hipoacusia
Hipoacusia conductiva
Se origina en el oído externo o medio. Algo bloquea o impide que el sonido llegue al oído interno. Es frecuente en niños con infecciones de oído o personas con cerumen acumulado.
Hipoacusia neurosensorial
El problema está en el oído interno o en el nervio que transmite el sonido al cerebro. Suele deberse a envejecimiento, ruido prolongado, factores genéticos o enfermedades.
Hipoacusia mixta
Combina problemas conductivos y neurosensoriales. Por ejemplo, una persona mayor con infecciones frecuentes en el oído medio.
Hipoacusia súbita
Aparece de manera repentina, generalmente en un solo oído. Puede estar relacionada con infecciones virales, traumatismos o problemas circulatorios. Es una urgencia médica.
Síntomas de la hipoacusia
- Dificultad para entender lo que dicen otras personas, especialmente en ambientes ruidosos.
- Necesidad de subir el volumen de la televisión o el móvil.
- Sensación de que los demás “hablan bajo” o “murmuran”.
- Dificultad para seguir conversaciones en grupo.
- En niños: retraso en el lenguaje, distracción o falta de respuesta al llamado por su nombre.
¿Cuándo consultar al médico?
Debe buscarse atención médica si:
- Hay una pérdida de audición repentina, incluso si es leve.
- Se nota que se repiten muchas veces las preguntas porque no se entiende lo que se dice.
- Los familiares o amistades hacen comentarios sobre que “no se escucha bien”.
- En el caso de bebés o niñas/os pequeños: si no reaccionan ante sonidos o no desarrollan el lenguaje a la edad esperada.
Un diagnóstico temprano mejora las opciones de tratamiento y adaptación.
Causas de la hipoacusia
- Congénitas: presentes desde el nacimiento por causas genéticas o complicaciones durante el embarazo.
- Ruido excesivo: escuchar música alta con auriculares o trabajar en entornos ruidosos sin protección.
- Envejecimiento (presbiacusia): pérdida auditiva natural con el paso de los años.
- Infecciones: como otitis media o infecciones crónicas del oído.
- Traumatismos craneales o lesiones en el oído.
- Ciertos medicamentos (ototóxicos), como algunos antibióticos o fármacos para el cáncer.
- Enfermedades como diabetes, meningitis o hipertensión.
¿Cómo se diagnostica la hipoacusia?
Exploración médica
El especialista examina el oído con un otoscopio para buscar infecciones, tapones u otros problemas visibles.
Pruebas auditivas
- Audiometría: mide la capacidad para oír distintos sonidos y frecuencias.
- Logoaudiometría: evalúa cómo se comprenden las palabras.
- Pruebas de conducción ósea: determinan si el problema está en el oído medio o interno.
Evaluación especializada
Puede ser realizada por un otorrinolaringólogo o un audiólogo, quienes también valoran la necesidad de tratamientos como audífonos o implantes.
Complicaciones de la hipoacusia
Si no se trata, la hipoacusia puede generar:
- Aislamiento social y dificultad para mantener relaciones.
- Problemas de comunicación en el entorno laboral.
- Retrasos en el aprendizaje, especialmente en niñas y niños.
- Deterioro cognitivo en personas mayores, con mayor riesgo de demencia.
- Ansiedad, frustración o depresión derivadas de la falta de comprensión del entorno.
Factores de riesgo
- Exposición frecuente a ruidos intensos.
- Antecedentes familiares de hipoacusia.
- Infecciones de oído recurrentes.
- Envejecimiento.
- Uso prolongado de medicamentos ototóxicos.
- Enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión.
- Nacimiento prematuro o complicaciones neonatales.
Tratamiento de la hipoacusia
- Audífonos: Dispositivos que amplifican los sonidos. Hay modelos adaptados a diferentes grados de pérdida auditiva.
- Implantes cocleares: Se usan cuando los audífonos no son suficientes. Transforman el sonido en señales eléctricas para el nervio auditivo.
- Cirugía: En casos de perforación del tímpano o malformaciones, puede ser posible una intervención quirúrgica.
- Terapia auditiva: Incluye rehabilitación, entrenamiento auditivo y apoyo con logopedas. Mejora la comprensión y el uso del lenguaje.
- Tecnología de apoyo: Dispositivos con subtítulos, teléfonos amplificados, relojes vibratorios, entre otros.
Cómo prevenir la hipoacusia
- Evitar ruidos fuertes: especialmente con auriculares o en conciertos.
- Usar protección auditiva en trabajos ruidosos.
- Evitar introducir objetos en el oído, incluso bastoncillos.
- Tratar a tiempo las infecciones de oído.
- Controlar enfermedades crónicas que pueden afectar la audición.
- Revisiones auditivas regulares, especialmente a partir de los 50 años.
Hipoacusia en diferentes etapas de la vida
En la infancia
Puede afectar el desarrollo del lenguaje y la capacidad de aprendizaje. La detección temprana, el uso de audífonos y el apoyo logopédico son fundamentales.
En personas adultas
Suele interferir en el entorno laboral y social. Es habitual que se minimicen los síntomas, lo que retrasa el tratamiento.
En personas mayores
La pérdida auditiva asociada a la edad es muy común. Aunque no siempre se puede revertir, el uso de dispositivos auditivos mejora notablemente la calidad de vida.
Vivir con hipoacusia
La hipoacusia no impide llevar una vida plena si se cuenta con el apoyo adecuado. Algunas recomendaciones:
- Hablar frente a frente y con buena iluminación.
- Evitar cubrirse la boca al hablar.
- Usar gestos y apoyos visuales cuando sea necesario.
- Pedir repeticiones con naturalidad si no se entiende algo.
- Informar a familiares, amistades y compañeros sobre la condición para facilitar la comunicación.
- Participar en asociaciones o grupos de apoyo.
Adaptarse a la hipoacusia requiere tiempo, pero también abre la puerta a nuevas formas de conexión.
Preguntas frecuentes
¿La hipoacusia tiene cura?
Algunos casos sí, especialmente los relacionados con infecciones o tapones. Otras formas no se curan, pero se compensan con audífonos o implantes.
¿Es lo mismo que la sordera?
No. La hipoacusia puede ser leve, moderada o severa, mientras que la sordera implica una pérdida total o casi total de la audición.
¿Cuándo se debe consultar al especialista?
Ante cualquier dificultad auditiva, especialmente si aparece de forma repentina o si afecta a la vida cotidiana.
¿Qué pasa si no se trata?
Puede provocar aislamiento, retrasos en el lenguaje, dificultades laborales y deterioro cognitivo, especialmente en personas mayores.
¿Los audífonos devuelven la audición normal?
No, pero mejoran significativamente la capacidad para oír y comunicarse.
Lieu JEC, Kenna M, Anne S, Davidson L, 2020, Hearing Loss in Children: A Review, JAMA, 10.1001/jama.2020.17647, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33258894/
Jones AJ, 2020, Screening for hearing loss in adults with CF: does it make sense? Thorax, Thorax, 10.1136/thoraxjnl-2020-215490, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32646893/
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Autor(es): Luis Maita, Obra: Hipoacusia: Qué es, síntomas, causas, tratamiento y cómo vivir con ella, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/glosario-medico/hipoacusia
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