La diálisis es un procedimiento artificial que permite extraer de la sangre del paciente sustancias nocivas o tóxicas para el organismo, así como también el agua en exceso acumulada.
Este tratamiento no es curativo y es de por vida, ya que no modifica la lesión que se produjo en sus riñones. Estos tratamientos le permiten mejorar los síntomas y vivir por más tiempo, ofreciéndole la posibilidad futura de realizar un trasplante renal.
La hemodiálisis y la diálisis peritoneal son tratamientos dirigidos a sustituir la función de los riñones que han dejado de funcionar. Estos tratamientos le permiten a Ud. vivir más tiempo y sentirse mejor, pero no son una cura de la enfermedad. Mientras que en la actualidad los pacientes con insuficiencia renal viven más tiempo que nunca, a lo largo de los años puede haber problemas. Entre estos están:
- Trastornos de los huesos.
- Presión arterial alta.
- Lesiones nerviosas
- Anemia (número insuficiente de glóbulos rojos en la sangre)
Aunque no se pueden hacer desaparecer estos problemas con la diálisis, los médicos cuentan en la actualidad con mejores armas para tratarlos o evitarlos.
Existen hoy en día 3 modalidades de diálisis:
- La hemodiálisis
- La diálisis peritoneal continua ambulatoria.
- Diálisis peritoneal automatizada.
Hemodiálisis
Es el procedimiento más utilizado en la actualidad; para realizarla es necesario extraer sangre del paciente y hacerla circular por un tubo hacia el filtro de diálisis. Este filtro está dividido en dos espacios por medio de una membrana semipermeable: por un lado pasa la sangre y por el otro el líquido de diálisis (dializado).
La membrana contiene poros que permiten el paso de sustancias de desecho y del agua desde la sangre hacia el líquido de diálisis, pero no permite el paso de otras sustancias como los glóbulos rojos, blancos, proteínas de tamaño grande, hormonas, etc. Este proceso de llama de "difusión".
En la diálisis, la sangre está llena de sustancias tóxicas y el líquido de diálisis no las contiene, por lo que se tiende a igualar las concentraciones. Sale sangre limpia que retorna al paciente y entra sangre con toxinas; por otro lado, sale dializado con toxinas y entra dializado sin ellas, dándose siempre la diferencia de concentración necesaria para poder limpiar las toxinas de manera continua.
Se necesita extraer el agua que se ha acumulado en el cuerpo, ya que aumenta la presión arterial y el trabajo del corazón y para ello se genera un aumento en la presión del compartimiento de la sangre dentro del filtro que empuja al líquido contra la membrana, forzándolo a atravesarla hacia el compartimiento del dializado, por donde es eliminado: proceso de "ultrafiltración" u "ósmosis".
Para que el tratamiento sea eficaz tienen que cumplirse unas condiciones:
- Tiempo de duración: 4 horas.
- Frecuencia: 3 sesiones por semana.
- La cantidad de sangre que puede circular por el riñón artificial.
La cantidad de sangre dependerá de la facilidad con la que la extraigamos del cuerpo; lo conseguimos mediante un acceso vascular por el que conectamos el sistema circulatorio con la máquina. Hay dos tipos de accesos vasculares:
- Transitorio: un catéter (tubo) se introduce en una vena de gran tamaño bajo anestesia local.
- Definitivo: se une una arteria y una vena, generalmente en los brazos, que provoca un aumento de la cantidad de sangre que pasa por la vena, dilatándola y facilitando la inserción de agujas que lo conectarán con el riñón artificial.
Diálisis peritoneal
Recubriendo la cavidad abdominal, los intestinos y otros órganos existe una membrana llamada peritoneo que tiene miles de pequeños vasos que aportan la sangre que necesitamos limpiar y funciona como una membrana semipermeable, como el filtro de la hemodiálisis.
Se introduce en la cavidad abdominal dializado fresco que entra en contacto con el peritoneo, produciéndose la diferencia de concentración suficiente para que las toxinas de la sangre que circula por la membrana peritoneal pasen al dializado, que es evacuado después de algunas horas hacia el exterior por medio de un tubo, que se denomina catéter peritoneal.
Este procedimiento lo realiza el paciente solo, por lo que es necesario un riguroso entrenamiento. El catéter peritoneal se coloca mediante una operación muy sencilla y de manera permanente. Algunos estudios afirman que la FRR (Función renal Residual) se mantiene mejor en los pacientes tratados con Diálisis peritoneal que en los que reciben hemodiálisis.
Diálisis peritoneal automatizada
Es la modalidad más reciente de diálisis: Una máquina efectúa los cambios de líquidos por la noche, en su casa, mientras duerme. Cada uno o dos meses se acude al centro hospitalario para realizarle los controles. Según las necesidades de cada persona se programa para que realice más o menos intercambio de líquido.
Acostumbrarse a la hemodiálisis requiere tiempo y puede haber efectos colaterales debido al rápido cambio en el balance de líquidos y sustancias químicas:
- Calambres musculares.
- Bajada de la tensión arterial (hipotensión): provoca debilidad, mareos y náuseas.
Estos efectos colaterales se pueden evitar si sigue una dieta adecuada y toma los remedios que le indique su médico
Pros y contras de la hemodiálisis y diálisis peritoneal
Pros
Hemodiálisis: tiene a su lado en todo momento a profesionales entrenados. Puede conocer a otras personas. Puede ser más adecuada para personas con enfermedades cardíacas o pulmonares, ya que puede ayudar a eliminar el exceso de líquido de manera más eficiente.
Diálisis Peritoneal: lo hace a la hora que decida. No se tiene que trasladar al centro. Se logra un sentimiento de independencia y control sobre su tratamiento. Puede permitir un mejor control de la presión arterial y una mayor conservación de la función renal residual. Puede ser una opción adecuada para personas con problemas de acceso vascular o sensibilidad a la heparina.
Contras
Hemodiálisis: las horas de tratamiento las fija el centro. Tiene que acudir al centro. Puede causar efectos secundarios como hipotensión, calambres musculares y fatiga. Puede requerir una dieta más restrictiva para controlar los niveles de líquidos, electrolitos y nutrientes. Puede aumentar el riesgo de infecciones y complicaciones relacionadas con el acceso vascular utilizado para la diálisis.
Diálisis Peritoneal: Colaborar con el tratamiento puede ser causa de estrés para sus familiares o amigos. Necesita entrenamiento. Ocupa espacio. Puede estar asociada con un mayor riesgo de infecciones peritoneales.