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El presidente del sector nacional de Educación del sindicato CSIF, Mario Gutiérrez, denuncia “una falsa inclusión” de los alumnos con necesidades educativas especiales en los colegios ordinarios. Esos alumnos son los que tienen alguna discapacidad, pero también tienen necesidades especiales niños extranjeros o con ciertos trastornos, por lo que el sindicato reclama “atención individualizada”.
En declaraciones a Servimedia, Gutiérrez también lamentó que “está faltando algo básico, una igualdad de oportunidades a niños y niñas con problemas educativos, que tienen que ser atendidos por especialistas a la atención a la diversidad. España no los trata bien”.
Para solventar esta situación, CSIF pide que se cumpla íntegramente la ley educativa impulsada por el primer Gobierno de Pedro Sánchez, la Lomloe. Gutiérrez recordó que la norma dice que “se darán recursos oportunos para que esos alumnos se puedan incluir en los centros ordinarios”, algo que el sindicato considera que “no está sucediendo” porque no se ha aumentado el personal, algo que espera que enmiende “la próxima legislación”, pues “el número de niños con problemas educativos es mayor ahora que hace 20 años”.
Precisamente, hace unos días el Consejo de Ministros impulsó en primera lectura el anteproyecto de ley que plantea reducir la ratio de alumnos en Primaria y Secundaria y las horas lectivas semanales del profesorado, pero que aún tiene que pasar por un periplo parlamentario cuando algunos de los socios del Gobierno han advertido al Ejecutivo que no le apoyarán en el Congreso.
ALTURA DE MIRAS
Ante esta coyuntura, CSIF reclama a los grupos parlamentarios “altura de miras” por las necesidades del sistema educativo y que también se rebajen las ratios de alumnos por aula en las demás etapas educativas.
El Consejo de Ministros ha aprobado bajar el número máximo de alumnos por aula, a 22 en Primaria frente a los 25 actuales, y 25 en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) frente a los 30 actuales; y que en los centros sostenidos con fondos públicos, el alumnado con necesidades educativas especiales (NEE) computará como dos plazas.
El sindicato considera que falta la regulación de los especialistas en atención a la diversidad (orientadores, maestros de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje) y exige al Ministerio de Educación legislar ratios máximas para estos profesionales, siguiendo estándares como la recomendación de la Unesco de “un orientador por cada 250 alumnos”. “Hay institutos de mil alumnos con un solo orientador”, protestó Gutiérrez.
Desde CSIF se observa este anteproyecto como “parte del estatuto docente” que se está tratando de impulsar, pues la ministra Pilar Alegría prometió que la actual sería “la legislatura del profesorado”. “Es el prólogo”, concretó a Servimedia el responsable sindical, pues entiende que “quedan muchísimas cosas más”.
Por todo ello, CSIF exige seguir trabajando para incluir las demás cuestiones que deben integrar un Estatuto Docente: mejora de retribuciones, reforma del acceso a la función docente, carrera profesional, permisos y licencias, dignificación de la labor docente, jubilaciones y todas las cuestiones que deben regular la carrera profesional de un docente desde su ingreso hasta su jubilación. “Esto que ha pasado ahora lo pedimos hace cinco años”, recordó.