Publicación: 13 Marzo 2019 | Última actualización: 7 Julio 2021
El proceso natural de envejecimiento, el medio ambiente e incluso los medicamentos producen cambios a los que es necesario estar atento. Aunque las arrugas suelen ser una preocupación importante en la tercera edad, están lejos de ser el problema de la piel que requiere más atención. Los cambios naturales del envoltorio del cuerpo, los factores ambientales y el uso de ciertos medicamentos, son aspectos que no se pueden pasar por alto si se quiere cuidar la salud e higiene de un adulto mayor.

En la tercera edad disminuye también la secreción del sudor, lo que dificulta la regulación de la temperatura. De ahí que los mayores tengan más tendencia a enfriarse o acalorarse.
Baño: uso de jabones y champús
La piel tiende a resecarse y, por tanto se descama y produce picazón, sobre todo en brazos y piernas, y más en invierno. Por eso es vital evitar elementos que acentúen la sequedad, como el uso excesivo de jabones., Aunque tenemos incorporado el jabón, éste no es imprescindible, sobre todo en las personas mayores, que tienen la piel seca. Bañarse sólo con agua debería ser suficiente.
- Si esto no resulta cómodo, se deben utilizar idealmente sustitutos del jabón, conocidos como syndet o bien jabones suaves, como los de afrecho o avena.
- Estos productos se consiguen en todas las farmacias.
- El baño debe ser corto y no muy caliente. Después de él, lubricar la piel con crema es un deber.
En cuanto al pelo, se recomienda un lavado dos veces por semana con un champú suave. No lavarlo por tiempo prolongado ayuda a la acumulación de células muertas que producen picazón.
El uso generalizado de talco y las fricciones con colonia son prácticas que deben desterrarse.
Prevención y cuidado de pieles con manchas

- Las queratosis seborreicas - manchas de color café y apariencia verrugosa que afloran en la cara y el tronco- y los puntos rubíes, (cabezas de vena) son comunes, pero benignos.
- Entre los tumores premalignos están las queratosis actínicas, que aparecen especialmente en las personas de tez blanca. Son manchas rojas y escamosas que afloran en las zonas de calvicie, la cara y otras áreas expuestas de quienes han tomado mucho sol en su vida. Otros tumores malignos como el basocelular, el espinocelular y el melanoma tienen también relación con el sol.
La autorrevisión debe hacerse una vez al mes después de la ducha, abarcando todo el cuerpo, incluidas la espalda, las plantas de los pies y los genitales. Si aparece algo que llame la atención, hay que consultar al dermatólogo.
Quienes han padecido algún cáncer deben controlarse con el médico al menos una vez al año.
El filtro solar es clave a toda edad. Factor 15 es el mínimo recomendable; si va la playa o a la cordillera, prefiera un factor 20 o 25. El sombrero, especialmente en los varones que dijeron adiós al pelo, es un aliado indispensable, al igual que gafas solares con filtro UV, ya que el sol allana el camino a las cataratas.
Las arrugas son parte del envejecimiento cutáneo y obedecen a que la dermis pierde las fibras de sustento, proceso que se acelera con el sol y el tabaco. Hay cremas que ayudan a atenuarlas, como las que tienen vitamina A, C, ácido glicólico y vitamina Q-10.
Limpiar la piel del rostro en las noches con un jabón suave o una crema de limpieza y aplicar crema humectante ayuda a retardar su aparición, al igual que una crema humectante con filtro solar en el día. Prefiera siempre productos hipoalergénicos, sin olores ni colores.
Problemas de pies

Cada vez hay medicamentos más eficaces para tratar las infecciones por hongos de las uñas de los pies, que deben tomarse de 3 a 4 meses; no vale la pena gastar en cremas, líquidos ni lacas sin tratamiento oral.
Quienes han tenido hongos y se los han tratado deberían usar un talco antifúngico y preocuparse de usar calcetines de hilo o algodón, sin costuras que molesten ni hieran los pies.
Medicamentos
Fármacos para la diabetes, antidepresivos y algunos antiinflamatorios aumentan la sensibilidad al sol. Asimismo, ciertos antibióticos y diuréticos para la hipertensión pueden producir manchas rojas u obscuras en la piel y ampollas en las mucosas. Consulte a su médico si advierte manifestaciones cutáneas al comenzar un tratamiento.
Hay que conocer que una buena higiene del adulto mayor enfermo es importante para encontrarse bien y mantener una buena imagen. También es necesario para prevenir complicaciones físicas (irritaciones, heridas, infecciones, úlceras), psicológicas (alteraciones de la autoestima, trastornos de conducta como agresividad, negación, etc.) y sociales (rechazo, disminución de la participación de actividades y aislamiento social). A las personas con demencia hay que animarlas a mantener la higiene y no perder el hábito diario. En las últimas fases de la enfermedad, será necesario supervisar o ayudar en lo que necesiten. Mantener las capacidades que poseen, haciéndoles sentir autónomos y seguros.
Pautas a seguir
- No introducir estufas eléctricas en el cuarto de baño.
- Guardar el secador y la maquinilla de afeitar y hacer que los use solamente cuando el cuidador esté delante.
- Usar alfombras antideslizantes en el interior de la bañera.
- Si no se dispone de plato de ducha, colocar asideros para ayudarle a que se meta en la bañera. No dejar que el enfermo entre y salga solo de la bañera.
- Procurar que los grifos de agua caliente y fría estén bien identificados, ya que por lo general los enfermos tienen disminuida la sensibilidad y son muy frioleros por lo que aumenta el riesgo de producirse quemaduras.
- En el mercado existen los llamados asientos geriátricos para el interior de la bañera, que permiten sentarse si el paciente se cansa o para lavarse los pies. Si no se tiene posibilidad, puede servir un taburete de plástico no muy alto y que mantenga la estabilidad dentro de la bañera.
- Si el enfermo ya no es capaz de entrar en la bañera, se le puede asear de pie apoyado en el lavabo o en la cama según su grado de deterioro general. Para ello, conviene preguntar a un especialista cómo se realiza esta técnica.
- Además de respetar al máximo la intimidad del enfermo, hay que tener en cuenta sus hábitos higiénicos, es decir, cuándo se afeitaban, cuántas veces a la semana se aseaban, si lo hacían por la mañana o por la noche, si iban a la peluquería, o algún servicio de masaje o belleza.
- Poner especial cuidado en la limpieza e higiene dental, por como afecta esto en la correcta alimentación.
- Se requiere el cepillado de los dientes y de la lengua con un cepillo suave, después de cada comida y antes de ir a dormir. En el caso de la dentadura postiza, debe limpiarse como mínimo una vez al día, con un cepillo de fibras duras y guardarla en un vaso de agua que se cambiará diariamente.
- Resulta beneficioso hacer del baño un momento relajante y lúdico, por lo que se puede poner música suave, de su época y dejarle que juegue en el agua. El cabello es mejor lavarlo al final del baño, para evitar agitación.
- No discutir con el paciente la necesidad de bañarse si no quiere hacerlo. Es mejor esperar un rato y volver a intentarlo en otra ocasión. Para animarle, conviene reforzar su imagen: decirle lo guapo/a o lo limpio/a que va entre piropos.
- Aprovechar el momento del baño para observar el estado de la piel en busca de heridas, enrojecimientos y hematomas.
- Ayudarle a secarse bien, sobre todo los pliegues cutáneos, como las ingles, las axilas, los pliegues entre los dedos y debajo del pecho.
- Invitarle a colocarse delante de un espejo para que termine de arreglarse.