La sordera es una condición que afecta la audición y la comunicación de las personas, y puede tener un impacto significativo en su vida diaria. Sin embargo, es importante destacar que la sordera no define a una persona en su totalidad, ya que cada individuo tiene una historia única y valiosa para compartir.
Mejorar la calidad de vida de las personas sordas
Una historia anecdótica
Tenía un oído casi privilegiado hasta el punto de atreverme a interpretar algunas piezas de música de “oído” (sin partitura) con la armónica cromática o con el órgano electrónico. Pero llegó un tiempo en que notaba que oía peor cuando me hablaban, de forma que fui al médico. Lo primero fue una prueba de sonido que detectó: Oído derecho con percepción casi nula; el izquierdo con algo más de un 50%.
El otorrino me aconsejó dirigirme a una organización de audímetros para tratar de mejorar con ellos mi audición.
Resumiendo el resto de la historia: Un especialista amigo me facilitó dos audímetros con los que de momento me defendía. Más adelante, al fallar estos, me dirigí a un conocido especialista que me proporcionó un buen audímetro para el oído “bueno” y otro de “rebote” para el malo.
Tiempo después me facilitó otro audímetro, supuestamente más avanzado para el oído bueno; pero finalmente no conseguía más que oír ruidos y chasquidos o gruñidos; pero no palabras inteligibles. A pesar de que insistí en que entendía los mensajes de la megafonía de los tranvías de Barcelona, no conseguí mejorar mi percepción auditiva. A todo esto, de música, nada de nada.
El problema
El problema más grave que sentí es el de la comunicación con otras personas. Yo podía hablarles y me entendían; pero no conseguían entender lo que me contestaban. Como el problema era general, afectaba sobre todo a mi familia, esposa, hijos, nietos y a mis vecinos y amigos.
Solución parcial
Enseguida descubrí una solución de tipo pragmático: Lo que llamé la "comunicación sonográfica" porque utilizaba un programa digital (“Evernote” o “Jota+”) que permite escribir en la pantalla o bien, pulsando el micrófono, hablar y convierte lo hablado en texto con notable corrección; aunque solamente entiende el castellano. De momento lo usaba en mi “tablet” por ser el texto más grande y fácilmente legible. Pero el programa funciona también en el teléfono móvil porque es de técnica “Android”.
Aislamiento social
Hasta aquí había resuelto bastante bien la comunicación personal; pero no conseguía resolver los problemas de comunicación en grupo; ya que formaba parte de una banda de acuarelistas, que se reunían semanalmente, y de la junta de gobierno de la comunidad de propietarios de mi piso y tuve que prescindir de ambas actividades, llegando a sufrir lo que considero un cierto “aislamiento social”.
Pensando en resolver este problema aplicando tecnologías conocidas, se me ocurrió lo siguiente para una reunión de sobremesa de hasta seis u ocho personas, entre las que podía haber más de una persona sorda.
Solución de grupo
Cada persona dispondría ante sí de un micrófono conectado a una o dos pantallas (visibles por todos los presentes) de manera que todo lo hablado se escribiese en dichas pantallas. De esta forma, todos se enterarían, tanto de las propuestas realizadas como de las respuestas a las mismas, pudiendo realizarse incluso un verdadero debate entre todos los asistentes.
Condiciones
Condiciones para que este procedimiento funcione bien:
- Que las pantallas dispongan del programa adecuado que convierta las palabras en textos.
- Que los textos sean de un tamaño legible para todos los asistentes.
- Que todos hablen o escriban en un idioma que el programa pueda interpretar, convirtiendo en textos las palabras recibidas.
Está claro que este sistema exige que todos los participantes puedan hablar, lo cual excluiría a los mudos, sean sordos o no. Para paliar este problema, sería necesario que en lugar de un micrófono, todos estuviesen dotados de un móvil o de una Tablet para que los mudos pudiesen escribir sus propuestas o respuestas.
Adaptaciones
Todo lo que se necesita es tecnología que ya existe y que funciona aceptablemente. Lo único que se requiere es una adaptación de los elementos:
- Comunicación múltiple para que las palabras recibidas por los diferentes micrófonos, móviles o tablets, puedan ser recibidas por una o dos pantallas únicas (tal vez con conexiones USB adecuadas).
- Que las pantallas dispongan del programa adecuado para transformar las palabras habladas en textos.
Refinamientos posibles
Un posible refinamiento sería que los textos que aparecen en las pantallas fuesen de distinto color según el interlocutor, lo cual facilitaría su identificación. Que los programas se adaptasen a diversos idiomas y, además, los tradujesen a algún idioma común convenido, sería el “no va más”.
La realidad
El desafío es convencer a los técnicos informáticos con conocimiento suficientes para realizar los elementos necesarios para la aplicación real de esta tecnología, así como a los fabricantes para producirlos a precios asequibles por cualquier organización de sordos o de sordomudos.
Ampliación
Como creo que también existe la tecnología que convierte los textos en palabras audibles, sería posible una conversación en la que participasen personas sordas, sordomudas y ciegas, que podrían dejar de sentirse socialmente aisladas.
Todo sea por mejorar la calidad de vida de unos cuantos
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Autor(es): Déborah M. Labrador Solís, Obra: 10 puntos para aumentar la calidad de vida de personas sordas, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/discapacidad/testimonios-de-personas-con-discapacidad/10-puntos-aumentar-calidad-vida-personas-sordas
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